El mejor amigo del hombre…

Despertarse por las mañanas con un dulce beso de buenos días es maravilloso. Pero que pasa cuando ese beso se convierte en una lamida…

Sí, a mí los buenos días me los suele dar un ser muy tierno que siempre se despierta de buen humor, suele empezar mirándome fijamente a la cara y moviendo la colita durante unos 20 minutos aproximadamente hasta que se da por vencido y me chupa la cara. Lo que pasa es que este ser no lo hace desinteresadamente sino a cambio del desayuno que consiste en un poco de leche y algo de lo mío, ¡Claro!

Si todo terminara aquí seria estupendo lo malo es que durante el día este ser sigue pendiente de que cojas las llaves para salir a la calle. Luego por la noche pendiente de cuando te meterás en la cama para ser él el primero y así poder ocupar media cama pegado a tu espalda para obtener un poco de calor humano.

Lo mejor de todo es que me encanta recibir tanto amor con tan poco a cambio (paseos de 4 minutos, un poco de golosina, un juguete nuevo cada 3 meses, etc), ver como da brincos de alegría cuando llegas a casa aún cuando has estado fuera muchísimo tiempo. Son seres increíbles.

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